Cada vez se intenta facilitar más el entorno para que todas las
personas, tengan o no dificultades, puedan manejarse sin problemas. Sin
embargo, en el día de hoy todavía no se ha conseguido lograr este objetivo, de
manera que para las personas con mayor discapacidad es todo un reto salir a la
calle e incluso vivir en su propia casa.
Por ello, los terapeutas ocupacionales consideran la importancia de las
modificaciones en el hogar para ayudar en la mejora de su calidad de vida.
Estas modificaciones hacen las tareas más sencillas, facilitan los cuidados,
aumentan la independencia, mejoran la seguridad, reducen la necesidad de
asistencia personal e, incluso, ahorran dinero y listas de espera en el sistema
sanitario.
La evaluación inicial suele partir de los propios usuarios. Ellos ayudan a
identificar sus problemas específicos, como barreras o impedimentos, que les
impiden realizar actividades diarias. A partir de las opiniones y preferencias
del paciente, y de las valoraciones que hace el terapeuta, se pueden realizar
las modificaciones necesarias.
Las personas afectadas por una enfermedad neuromuscular, como consecuencia de
la progresión de la patología, presentan una movilidad reducida , por lo que es
importante hacer una adaptación funcional que facilite y reduzca las
dificultades en el hogar. Esto significa que los cambios que se realicen deben
estar personalizados, acorde con las capacidades y necesidades de cada usuario.
Estas limitaciones no se reducen sólo a la vivienda, sino que en la calle
existen otras muchas barreras que afectan , ya no sólo a las personas con
enfermedades neuromusculares, sino con cualquier tipo de discapacidad.
Por ejemplo, en muchas ocasiones los desplazamientos se vuelven complicados
debido a la ausencia de transporte público adaptado. Se han realizado grandes
esfuerzos por mejorar la accesibilidad en estos vehículos, aunque aún queda
mucho por hacer.
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